Moda y maquillaje en la era moderna: años 20 a 50

14MAR

En los inicios del siglo XIX, surge el primer intento de eliminar las arrugas -el esmaltado de la cara- que consistía en lavar primero la cara con un líquido alcalino, después se extendía una pasta para rellenar las arrugas y encima se colocaba una capa de esmalte hecha con arsénico y plomo, la cual duraba aproximadamente un año. Si la máscara era muy gruesa se agrietaba al menor movimiento.

Se usan leches, mascarillas, manteca de cacao y pepino. Retornan la palidez, los polvos emblanqueciendo el rostro y los hombros. Se maquillaban el rostro muy blanco, las ojeras de color azul y las mejillas rosadas. A modo de ejemplo, el aspecto de tísico de La Dama de las Camelias, ideal de belleza del siglo XIX.  Las mujeres presentaban una imagen de estar enfermas, se esconden del sol y del aire y destacan unos ojos grandes y tristes.

Se exageró la palidez del rostro, hasta el punto que las mujeres ingerían  sustancias tóxicas como el plomo y arsénico, que podían causar la muerte. Se marcaban también las ojeras y los pómulos se coloreaban levemente  mientras que los labios tenían un color carmesí.

El primer estilista llegó por primera vez en el siglo XIX, proporcionando una nueva fuente de prestigio a la moda. El artista Charles Frederick Worth abrió una tienda parisina en 1858 donde vendía modelos de abrigos y sedas de primera clase. La emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III era su clienta más famosa.

Gracias a su belleza y elegancia, Eugenia contribuyó de forma destacada al encanto que desprendía el régimen imperial. Fue la persona con más condecoraciones de toda Francia y títulos nobiliarios.

Su forma de vestir era alabada e imitada en toda Europa expandió la moda neoclásica, estilo muy popular durante el reinado de Luis XVI.  Eugenia de Montijo sería conocida también como la “emperatriz de la moda” dada su exuberante afición por los vestidos, los zapatos, las joyas y los arreglos, en los que gastaba enormes cantidades de dinero. Entre las muchas cosas que puso de moda, destacan los cuellos y los puños para montar a caballo, el escote para lucir los hombros, las redecillas para el pelo, los trajes de cola y su flor preferida, la violeta. Con su influencia, las mujeres que trataron de seguir los dictados de la moda impuestos por la emperatriz. La española cambió la ciudad de París y dictó la moda durante decenios con su pasión por el uso de la crinolina, el perfume y el maquillaje así como por el color malva.

En 1885, es fundada la Cámara Sindical de la Costura Parisina, que regula el arte de la alta costura. Paul Poiret, Vionnet Madeleine, Coco Chanel, Christian Dior, Cristóbal Balenciaga, Givenchy Hubert son los nombres que han cambiado la historia de la moda en el mundo, provocando la necesidad de un cambio radical en la industria de los productos de maquillaje.

Con empresas como Coty, Chanel, Guerlain, Cyclax, Helena Rubinstein, Elizabeth Arden o Max Factor se supone un inicio en el maquillaje moderno.

En 1886 nació Avon, un fenómeno estrictamente americano, y pionero en ofrecer cosméticos a las mujeres en el ambiente sosegado e íntimo de sus propias casas.

Durante los siguientes 100 años París se estableció como una autoridad en moda, trayendo al mundo del maquillaje una nueva vida. Podemos decir que la popularización de la moda llegó en 1892 con el lanzamiento de la revista Vogue, teniendo como primeras modelos a personalidades como Gertrude Vanderbilt Whitney.

Moda y maquillaje en los años 10

La Primera Guerra Mundial, también llamada la Gran Guerra, fue un conflicto bélico mundial iniciado el 28 de julio de 1914 y finalizado el 11 de noviembre de 1918. Aceleró los cambios en varios campos de la sociedad y cultura: un número cada vez mayor de mujeres con estudios superiores, la fascinación por los deportes, y el uso generalizado de los automóviles, dando lugar a un nuevo estilo de vida. En consonancia con ese estilo las mujeres usan cada vez más a diario el traje sastre de mayor funcionalidad. Esto convive con las creaciones propias de los modistos de alta costura que, fieles al espíritu del Modernismo, proponen para la mujer un canon de belleza combinación de elegancia y opulencia. La silueta en forma de “S”, requiere seguir usando los incómodos corsés.

Una vez superados los estragos propios de un conflicto armado, se producen cambios importantes, se empieza acelerar el ritmo de vida de la gente. En la vestimenta de la mujer: se acorta la falda del tobillo a la rodilla. El peinado se hace más sencillo a modo de melena corta; se adopta un estilo masculino a lo garçonne (por encima de la nuca), rechazando el realce del busto o la cintura. La sencillez del vestido hace que se complementen con boas de plumas y otros accesorios. Surgen prendas específicas de playa, y costumbres como nadar y tomar el sol.

Sólo en el siglo XX, con los avances en la industria química, los productos cosméticos toman su apogeo. El maquillaje tal y como lo conocemos ahora tiene su origen alrededor de la década de los 10 (ya entrados en el siglo XX), a raíz del desarrollo cada vez más importante del cine se crean cánones de belleza y cosmética que todas las mujeres aspiran a conseguir. Las actrices jugarán un papel importantísimo en el maquillaje, el peinado y la estética con el paso de las décadas y su estilo será el más imitado del planeta.

Moda y maquillaje en los años 20

En 1920, la ropa comenzaba a ser mucho más práctica. Nuevamente vuelve a cambiar la silueta, descendiendo la cintura a su posición anatómica, marcando el talle y ensanchando los hombros. Se popularizaba el traje de chaqueta para calle y para las fiestas se elegían los vestidos con grandes escotes en la espalda así como abrigos largos con pieles. En esta década se destacan las faldas cortas. Desaparecen los sombreros y se vuelven a dejar crecer el pelo.

En esta década las mujeres cambiaron su aspecto blanco por la apariencia natural del polvo facial rosado, creado por la cosmetóloga polaca Helena Rubinstein. Los años 20 fue una de las más revolucionarias del siglo xx. Las mujeres se destaparon y comenzaron a beber y a fumar en público como una provocación al rígido estatus anterior. Las mujeres lucían unos labios rojos, cabello corto y ojos pintados con sombras oscuras. Esta fue, probablemente, la década más atrevida y transgresora. Fue una época de cambio radical que afectó todos los aspectos culturales y que repercutió con fuerza en la moda.

En 1921, París se transforma en el hogar de una verdadera revolución en la historia de la barra de labios, es la primera vez que se envasa un producto de esta categoría en un tubo y se vende en el cartucho. El éxito es tal que en 1930 el comercio de barra de labios domina el mercado estadounidense, con lo que surge una nueva etapa para el desarrollo de estas formulaciones.

Maquillaje y peinado garçonne

Clara Bow en los años 20

El señor Max Factor fue responsable de incontables innovaciones cosméticas, desde la primera base de maquillaje completa hasta la las pestañas postizas, y marcó la pauta de estilo durante generaciones. El look glamoroso creado por Max Factor para las divas de Hollywood definió el concepto de belleza en el siglo XX y fue copiado por mujeres de todo el mundo.

Inevitablemente, una vez que a las actrices se les había hecho parecer tan elegantes en la pantalla, querían mantener el mismo aspecto en la vida diaria, de forma que llevaban el nuevo “maquillaje” de Max Factor en sus apariciones personales.

No pasó mucho tiempo antes de que las mujeres sin conexión alguna con el mundo del teatro o la industria del cine pidiesen asimismo este maquillaje, de forma que también ellas tuvieran una apariencia llena de glamour.

Max Factor es conocido como el maquillaje de los maquilladores

Fue en el año 1927 cuando Max Factor introdujo sus primeros cosméticos para que se vendieran a los consumidores fuera del mundo del teatro y el cine. Y los productos de Max factor dan el salto del cine al gran público comenzando en Estados Unidos. El maquillaje de base era muy claro y en polvos, y se marcaba todo el perfil del ojo tanto superior como inferior en negro, además la cuenca del ojo se difuminaba hacía arriba con tonalidades que iban desde el negro al rojo o violeta. Mientras que la raya interior se maquillaba en tono blanco y el colorete se utilizaba en un tono de rubor rosado. Máscara de pestañas en abundancia y se pintaban las cejas con lápiz.

Antes de Max Factor, pocas mujeres utilizaban cosméticos y fue él quien popularizó tanto la palabra “maquillaje” como el uso (y el abuso) del repertorio cosmético. Reconocido como el padre del maquillaje moderno, Max Factor es responsable de haber inventado muchos de los productos cosméticos clave (tanto para la pantalla como fuera de ella) y, hoy en día, sigue siendo la fuente de inspiración de las tendencias e innovaciones en lo que a belleza se refiere.

Moda y maquillaje de los años 30

En la década de 1930, los maquillajes estaban cada vez más al alcance de las mujeres de toda clase social, mientras que se inspiraban en íconos del cine como Greta Garbo y Marlene Dietrich, con un rostro muy claro y aterciopelado, con cejas finas, redondas y un poco caídas, y unos labios finos.

A lo largo de los años 30 el maquillaje llega definitivamente a todas las clases sociales y las actrices a imitar son Marlene Dietrich y Greta Garbo. Por otro lado, Coco Chanel vuelve a ser pionera imponiendo la piel morena en el verano mientras se exhibe en las playas de Dauville.

Greta Garbo

Marlene Dietrich

Además, nace la marca Revlon poniendo de moda los pinta uñas y las barras de labios; aparece también el eye-liner, la depilación total de cejas y la permanente para el cabello. El maquillaje afina las facciones marcando mucho los pómulos, almendra los ojos gracias a maquillar con una línea oscura la cuenca del ojo y usando difuminados en tonos marrones y tejas.

Revlon fue fundada en medio de la Gran Depresión de 1932, a partir de un solo producto: un nuevo tipo de esmalte de uñas con un proceso de fabricación único, usando pigmentos en lugar de colorantes, desarrollando una variedad de nuevos tonos de esmalte de uñas opacas. En 1937, Revlon comenzó a vender la pule en los grandes almacenes y farmacias. En 1940, Revlon ofrece una línea completa de manicura, y añadió lápiz labial a la colección. En 1943 comienza la expansión de sus actividades.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Revlon creó maquillaje y productos para el Ejército de EE.UU., que fue galardonado en 1944 con el Premio a la Excelencia del Ejército y la Armada “E” . Para el final de la guerra, Revlon fue catalogado como una de las mejores dentro de las cinco casas de cosméticos de Estados Unidos.

Moda y maquillaje en los años 40

La Segunda Guerra Mundial causó un importante perjuicio a la moda parisina. Alemania pretendía trasladar a Berlín o Viena, la Alta Costura parisina, sin conseguirlo. Al terminar la contienda, comienza un periodo de escasez y racionamiento en todo y por tanto en el textil. Se dan órdenes en distintos países que regulan la cantidad de tejido a utilizar en las prendas. Esto lleva a fomentar la falda recta y lisa. Trajes con estilo militar, zapatos con plataforma de corcho más baratos que el cuero, etc.

La obligada austeridad que provocó la Segunda Guerra Mundial (1939-45) marcó tendencia en la década de los 40. Pero tras el del conflicto la sociedad y la moda vivieron momentos de esplendor, en los que las mujeres explotaron de distinto modo su sensualidad y belleza en un intento por borrar el doloroso pasado.  Después de la segunda guerra mundial, la atmósfera era una de optimismo y entusiasmo y bienestar económico. Una moda sofisticada y elegante, que buscaba destacar la feminidad de la mujer, resaltando su figura y valiéndose de las faldas largas y ajustadas, blusas de seda con lazada, vestidos ceñidos hasta la rodilla, guantes a la muñeca y salones súper clásicos. Los tejidos eran sobrios; se popularizaron las prendas con doble uso en colores oscuros que, gracias a los accesorios, se podían utilizar tanto para el trabajo como para la noche.

París recuperará la actividad de la industria de la moda, a través de exposiciones, y del diseñador Christian Dior creador del “New Look“ que ejerció una enorme influencia en el vestir de la mujer.

Cuando estalla la Segunda Guerra Mundial surge la crisis emocional y económica, llevando al maquillaje y a la estética a un paréntesis en cuanto a sus avances. Pero no por ello las mujeres dejan de mostrarse con maquillajes con glamour y ricos en colores. A finales de la década resurgen las actrices de cine haciendo que las mujeres necesiten volver al estado emocional de antes de la guerra. Por primera vez el rostro se esculpe con luces y sombras, el eye-liner se vuelve más atrevido y la boca se muestra carnosa con tonos brillantes.

Margarita Carmen Cansino (Nueva York, 17 de octubre de 1918- 14 de mayo de 1987), más conocida por su nombre artístico de Rita Hayworth, fue una de las actrices más emblemáticas de la época dorada del cine estadounidense. Además de ser símbolo sexual indiscutible de la década de 1940. Su fama como mito erótico se consolidó con Gilda (1946), de Charles Vidor, una de las grandes películas del cine negro, en la que Rita protagoniza dos escenas ya míticas: primero una sugerente interpretación musical de “Put the blame on Mame”, con un striptease tan explosivo como breve (se quita un guante), y después una bofetada. Estas dos imágenes fueron consideradas demasiado atrevidas en algunos países, que censuraron el filme, que a pesar de ello consiguió récords de taquilla en todo el mundo.

Rita Hayword

Moda y maquillaje en los años 50

La mujer de los 50 se muestra siempre arreglada, con un maquillaje muy trabajado y con color. La máxima exponente de esta época resulta Marilyn Monroe que transmite la euforia de la salida de la guerra definitivamente. Aparece por primera vez la base fluida y por fin se aplica en el tono natural de la piel, las sombras se llevan en tonos azules o verdes, las cejas ganan protagonismo y se aplica máscara de pestañas en abundancia.

Marilyn Monroe, comenzó su carrera como modelo fotográfica y a partir de 1946 comenzó a interpretar sus primeros papeles en películas. Destaco The Asphalt Jungle (La jungla del asfalto, 1950) y All About Eve (Eva al desnudo, 1950). Su reconocimiento mundial comenzó a desarrollarse después de que protagonizara el musical Los caballeros las prefieren rubias (1953) y apareciera en el número inaugural de la revista Playboy. Interpretó el papel principal en las comedias Cómo casarse con un millonario (1953), The Seven Year Itch (La tentación vive arriba, 1955) y Bus Stop (1956). Su mayor éxito comercial fue Some Like it Hot (Con faldas y a lo loco, 1959). Fue considerada como una de las mujeres más atractivas de la historia del séptimo arte.

A mediados de los 50, Audrey Hepburn no sólo era una de las mayores estrellas de Hollywood, sino un icono de la moda. Su estilo, tan personal y elegante, era admirado e imitado. Audrey contaba con compañeros de reparto de la talla de Humphrey Bogart (Sabrina), Fred Astaire (Una cara con ángel), Maurice Chevalier y Gary Cooper (Love in the afternoon), William Holden (Encuentro en París), George Peppard (Breakfast at Tiffany’s), Cary Grant (Charada), Rex Harrison (My Fair Lady), Peter O’Toole (Como robar un millón) y Sean Connery (Robin y Marian). Su interpretación de Holly Golightly en Desayuno en Tiffany’s (1961) la convirtió en un icono del cine americano.

Ava Gardner, conocida por su exuberante y fotogénica belleza, se dice de ella que fue “el animal más bello del mundo” o Grace Kelly que su elegancia y belleza llamaron poderosamente la atención en Hollywood y el corazón del príncipe Raniero de Mónaco hasta el punto que contrajo matrimonio civil con él el 16 de abril de 1956. Su figura y estilo dieron un nuevo impulso al Principado de Mónaco.

Brigitte Bardot fue el símbolo sexual de los años 50 y 60, fue una estrella mundial, y musa de los más grandes artistas de su época. En estos años, encarnó el ideal de belleza y la tendencia dejaba de remarcar la boca con tonos oscuros, dando mayor importancia a los ojos. Símbolo de la emancipación de la mujer y de la libertad sexual, con sus personajes sensuales y cautivadores.